Sheminí Atzeret/Simjat Torá es la fiesta de la alegría con la Ley. Se le llama “Ley”, a la Torá misma, dado que en gran parte esta es una recopilación de preceptos a cumplir por el Pueblo judío –un total de 613– y por las naciones gentiles –7 categorías de ley.
Pero la Torá no consiste sólo en leyes; también es el compendio que forja la ideología del Pueblo de Israel, encabezado por el ensalzamiento, percepción y defensa de la santidad de la vida. Y es que la Torá, sobre todo, viene a enseñarnos cómo promocionar la vida, como amarla, y en el fondo como vivirla. De tal manera que la invectiva principal en relación a la vida la tenemos con Moshé Rabeinu, cuando nos dice:
“En este día yo invoco los Cielos y la Tierra como testigos en frente de ti y he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Ahora, elige la vida, para que tú y tu descendencia viváis.”
Devarim 30:19
La misma práctica de la Torá con frecuencia se amolda a buscar eliminar los aspectos puntiagudos que pudieran mortificar la persona o –razón de más– pudieran poner en riesgo su vida, y así se nos indica
“Hay que vivir por los preceptos [de la Torá], no morir por ellos.”
Talmud, Yomá 85B
Pero más allá de las situaciones extremas, en general la vida del judío observante circula por unos senderos amables, rellenos de experiencias gozosas y humanamente enriquecedoras, por lo que la corriente ‘jasídica de Breslev se esfuerza en recalcar el adagio del su fundador, Rabí Na’jman de Breslev, que
“Gran precepto es encontrarse siempre alegre”
Y precisamente esta alegría vienen a promocionar las fiestas que estamos pasando, y la Fiesta de Simjat Torá en particular. Fiestas que nos ayudan a interiorizar que la ley no tiene por qué ser algo severo y seco, sino que puede ser algo compasivo y confortante, como es la Ley de la Torá cuando es bien vivida. El ciclo anual debe consistir en numerosos momentos de alegría donde percibimos esta naturaleza de la Ley, pero esta fiesta es la de la alegría por tener una Ley que precisamente nos prescribe esta alegría: la alegría de vivir con la Torá del Creador siendo parte del Pueblo de Israel.
Que D’ios quiera que todos, en la medida que le corresponda a cada uno, nos acerquemos más y más a la práctica y la mentalidad que procura fomentar la Torá, y experimentemos en una base bien frecuente la alegría de vivir una vida de distinción y pureza, la verdadera buena vida. Amén, ken yehí Ratzón [אמן, כן יהי רצון].
Shabbat Shalom, ‘Jag Saméa’j – שבת שלום, חג שמח – Shabbat de Paz, Feliz Fiesta
Jaím Éder, menTORAje